Introducción: el estrés crónico tiene un impacto negativo en la salud del individuo. Se han diseñado diferentes métodos para su evaluación, y el uso de biomarcadores ha sido significativo en los últimos años. Objetivo: describir la utilidad de la variabilidad de la frecuencia cardiaca como biomarcador para la evaluación del estrés. Método: se realizó una revisión bibliográfica para la que se consultaron libros de texto y artículos científicos extraídos de bases de datos como: BVS, PubMed y SciELO, preferiblemente de los últimos 5 años. Desarrollo: el estrés se asocia con fluctuaciones de la actividad autonómica. La variabilidad de la frecuencia cardiaca indica la capacidad del corazón para responder a múltiples eventos y compensar los trastornos inducidos por la enfermedad. El estrés mantenido se asocia con menor VFC, específicamente con reducida actividad parasimpática. Trabajar en equipos multidisciplinarios permite una evaluación integral y el psicólogo puede ayudar a manejar el estrés de forma eficaz e identificar aquellas conductas y situaciones que hacen que tenga niveles altos de estrés de forma constante. Conclusiones: el análisis de la VFC puede utilizarse en conjunto con la historia clínica y psicosocial, y otras herramientas de evaluación psicológica, para evaluar objetivamente la salud mental y el estrés.